(Especialmente a mis amigos y familia en cualquier parte de este mundo)
Estos tiempos son sin dudas los más difíciles que nos ha tocado
vivir, creo que ninguna película de Hollywood le llegó a los talones a
lo que vivimos hoy. Pero en esta mezcla de estupefación e insertidumbres
me aferro a la esperanza, le pongo alas y trato que esa sea mi bandera.
No lo niego hay momentos me derrumbo, cada vez son más cortos estos
momentos de derrumbe pues dejé de leer demasiado noticias y me centro
en mi fe en Dios, en estudiar para el futuro, en mis suennos no
cumplidos, en agregar nuevas utopías. En esta lista de cosas he hecho
una serie de viajes con mi hijito, lo beso más, reímos más. No sé lo que
vendrá pero quiero pensar que todos mis suennos se van a cumplir, y
como de momento tenemos el HOY para vivirlo con más intensidad, saqué la
cuenta de que cada instante de tiempo dedicado a amargarse es pura
pérdida.
Por estos días aprendí, y les
comparto, que dicen que la mejor técnica para aprender un idioma es
repetir lo que dicen los nativos y cuantas veces lo repitas mejor. Esa
comprobación la tuve hace unos annos con mi sobrina aprendiendo inglés
por el método Primsleur y ahora con este nuevo impulso me he propuesto
ir por más con el alemán. También deshice mis palabras lapidarias sobre
mi relación con la estadística cuando estaba en la CUJAE, y estoy
mirando la estadística con buenos ojos pues me es imprescindible en el
manejo de los datos. Es fascinante cuando desdices algo y lo miras con
determinación y deseos de vencerlo: Puede ser muy disfrutable.
Crezcamos
siempre como si la vida terrenal fuera eterna, y vivamos intensamente
como si el mundo se acabara mannana. Ese es el sabor que hoy tengo en
mi paladar. y se los envío para que lo saboreen también. Solo pensar en
que nos veremos de nuevo y nos abrazamos fuerte fuerte con una sonrisa
de oreja a oreja, es un ejercicio feliz para esta cuarentena. El lugar
lo ponen Uds y me dicen donde nos vemos... para calcular el costo del
pasaje.
JAJAJAJA. Se tostó. Gracias a los que
lo pensaron. Aún puedo hilvanar palabras y no le saco la lengua a mi
imagen en el espejo(he tenido deseos, sin embargo). Les dejo con este
artículo de una psicóloga cubana que me enviaron y me pareció útil
Feliz
domingo de Ramos! Hoy estuve con mi madre (como hace 7 annos) en la
iglesia de la Caridad en Centro Habana. El sermón del padre fue tan
gráfico que pude ver a Jesús entrando en la iglesia y recordar el olor
de las hojas de palma que repartieron. En ese entonces no sentía ese
especial y transformador amor de Dios sobre mi vida, pero fue un día
maravilloso.
Sin más muela aquí el artículo cortesía de una mujer grandiosa que pensó en mi al leerlo y me lo reenvió.
Luz larga para la esperanza y luz corta para la ansiedad
Dra Patricia Arés
Vivimos
un momento inédito que nos enfoca primordialmente a valorar la
importancia de resguardar la vida y el bienestar colectivo. Estamos
aprendiendo a surfear las grandes olas de temor y ansiedad que nos
asaltan todos los días. Al mismo tiempo, la palabra de orden hoy es la
solidaridad y el esfuerzo colectivo por construir la esperanza. Tenemos
razones para estar confiados y saber que “más temprano que tarde”
controlaremos la pandemia. Mientras, habrá que aprender a enfrentar
entre todos la adversidad y salir fortalecidos. No podemos evitar el
viento, pero podemos construir molinos.
Se ha hecho mucho hincapié
en las medidas higiénico-sanitarias, pero no basta con protegernos del
virus, hoy más que nunca tenemos que atender de manera consiente y
voluntaria nuestro equilibrio emocional y el de los que nos rodean
principalmente niños y ancianos. Podremos superar la pandemia pero hay
que evitar las secuelas psicológicas a mediano y largo plazo.
Póngale luz corta a la ansiedad
•
Acepte el quedarse en casa, el alejamiento de la familia extensa y
amigos, no como un contratiempo sino como una necesidad, sin
resistencias ni dramatismos. Haga como hacen los marinos en tiempos
revueltos, orientan las velas de frente a la tormenta. Estar en la
negación y en la queja sin soluciones proactivas nos proporciona más
infelicidad. Dice un proverbio judío Cuando no tengas alternativa
enciende el espíritu del coraje.
• Acepte los altos y bajos emocionales Tendrá días más optimistas y otros de inevitables bajones.
•
No haga cálculos de tiempo de cuánto va a durar la situación, no se
sabe. Amarre la mente al momento presente. Los vientos del mañana,
soplaran mañana. Al final todo pasa, todo se supera, nada es para
siempre. Esto también pasará.
• Evite la infoxicación o exceso de
información innecesaria. Infórmese de manera prudente a partir de
fuentes oficiales y autorizadas, no haga abuso de las redes sociales. El
veneno está en la dosis
• No acuda a soluciones fallidas, instale su
propio ecualizador. Nuestra actitud ante la vida nos salva o nos hunde
El consumo de alcohol excesivo o la automedicación de psicofármacos,
lejos de cancelar las preocupaciones las incrementan.
• No se
preocupe, ocúpese. Evite la tendencia a exagerar las sensaciones
corporales benignas y a interpretarlas de manera catastrófica. Trate por
todo los medios de mantener una actitud positiva y calmada. El que no
enfrenta la adversidad no conoce de su propia fuerza. Respire despacio,
haga ejercicios en casa dentro de lo posible, tome abundante agua. Al
amanecer remánguese las mangas y dígase: Un día más de vida, uno menos
de coronavirus.
• Sin generar descalificaciones, ni herir
susceptibilidades, póngase en contacto con el humor. La risa siempre es
un buen recurso para tramitar situaciones difíciles.
• Trate de
asumir más el rol de cuidador, que el de paciente. Hay que cambiar el
chip emocional y preguntarnos ahora ¿qué puedo hacer por los otros? en
lugar de ¿qué deben hacer por mí?
Mantenga la luz larga a la esperanza Siempre habrá un amanecer para toda tiniebla.
Se
nos está dando una oportunidad de ser mejores seres humanos y ordenar
las prioridades.La adversidad nos hace recordar que la auténtica alegría
y el bienestar se encuentran en las cosas más sencillas de la vida, lo
que verdaderamente vale, no tiene precio
La realidad que vivimos
marcará un antes y un después en nuestra forma de entender la vida.
Ahora hemos logrado unos niveles de profundidad que en el modo cotidiano
no alcanzamos a ver. No siempre vamos a tener esa posibilidad.
Si
además de cuidarse, quedarse en casa y proteger a los suyos, logra
mantenerse en calma e intenta propiciar bienestar emocional… Un aplauso
también para usted