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domingo, 26 de octubre de 2014

Brandenburgo a 25 años de la caída del muro



Hace pocos días llegué a Berlín. En la tarde del domingo fuimos a caminar por la ciudad, hacía un fríiiiiiiiio.Toda la constelación de monos chiflando y estamos en pleno otoño. Aún así decidimos caminar y llegarnos hasta la puerta de Brandenburgo. Después de bajarnos en la estación central de metros y trenes (Hauptbanhhof), caminamos.

Pasamos por un maravilloso puente sobre el río Spree, luego estuvimos frente al Bundestag (Parlamento alemán) . Oh Dios, qué majestuoso! Fue muy emocionante estar ahí. No pudimos subir a la cúpula del parlamento famosa por ser de cristal, símbolo de política transparente, pues las entradas se reservan por Internet o había que hacer tremenda cola.

Bundestag, Parlamento alemán

Las fotos tomadas con el móvil eran de "corre, quítate el guante y póntelo rápido" porque se nos enfriaban los dedos. En este punto mi amado guía necesitaba un gorro pues dejó el de él en casa. Aprovechó y me compró uno blanco y cogió el negro que yo traía. Como se combinan gorro bufandas y guantes, mis amigos que saben de glamour verán que yo andaba un poco a lo perico, algo que es irrelevante cuando nadie te conoce, así que no lo iba a dejar congelar.

Luego pasamos por un memorial a los Grupos de resistencia al nacionalsocialismo que está camino a la puerta de Brandenburgo. Un lugar de mucha paz. Ahí cogimos par de plegables para leer en detalle la historia y practicar el idioma.




Y unos metros más alante, al cruzar el semáforo, la famosa puerta. Qué belleza esta creación humana! Es más alta y ancha de lo que imaginaba por las fotos. Y la cuádriga romana en el tope iluminada por las luces luce imponente. Los caballos de la cuádriga están de frente a una plazoleta inmensa (Plaza París) con dos fuentes, iluminadas con luces amarillas. Había mucha gente de todas partes del mundo. Nunca me imaginé esto así, de veras que no.

Aquí hice conciencia de la era de las comunicaciones fuera de Cuba pues pude compartir la emoción del instante con mucha gente que quiero y mandar la foto segundos después de tomarla, excepto con mis queridos con conexiones lentas en Cuba porque les atascaba el correo.

Luego fuimos a un café cercano y comimos algo para no desfallecer. Fue rico hacer algo así sin el temor de que te vas a quedar arrancado por eso. Luego en el metro y fuimos a otro de los centros comerciales de Berlin, Postdamer Platz.
Camino a la puerta de Brandenburgo
Postdamer no apto para para gente con tortícolis. Ya saben la guajira a mirar con mucha dignidad y asombro los edificios altos, despampanantes.

En los bajos de un centro comercial en Postdamer Platz había una exposición de arte sobre los 25 años de la caída del muro que se celebra el 9 de noviembre. La disfruté mucho.  Entre la duda y el asombro tuve el convencimiento de que debo buscar mi propia verdad sobre la historia del socialismo europeo del siglo XX pues hoy supongo que está en algún punto entre lo que me contaron en Cuba y la satanizacion a los soviéticos que hace la exposición.

Cuando salimos a la calle estaba lloviznando finito, ya eran pasadas las 9 de la noche y el tiempo se había ido sin percatarnos. Nos habíamos pasado más de cinco horas en este primer paseo, que espero sea el primero de muchos.