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sábado, 20 de diciembre de 2014

Postdam en invierno

Colaboración de Y. Cervantes

Postdam, a menos de una hora de Berlín, es la ciudad de los reyes. Tiene tres palacios patrimonio de la humanidad del rey Federico el grande y sus sucesores: Sanssoucci, Nuevo Palacio, y Cecilienhof. Es la capital del estado federal Brandenburgo que bordea a todo Berlin, y también fue la sede de la inteligencia rusa en los años de la guerra fría. Es una ciudad residencial, nunca fue una ciudad obrera por lo que la belleza y estilo de las casas impresiona a lo largo de la visita. Hicimos el recorrido corto en un bus de turismo pues para verlo en detalle se necesitan dos días para entrar a los museos y caminar los jardines. 

El Bus visita primeramente el Palacio Nuevo. Este formado por dos edificios principales y otras dos áreas adyecentes, practicamente no fue utilizado por Federico el grande. La cocina del palacio es actualmente sede de aulas de la universidad de Postdam, y el resto del palacio está en reparación. 
Cocina del Palacio Nuevo

Luego fuimos a Sanssoucci. La contemplación de la belleza hace enmudecer. No pude hablar en buen rato, solo mirar la magnificencia de esos jardines, de ese tremendo palacio y escuchar en la voz de la guía las historias del rey, que aún siendo despiadado como lo demuestra la historia del molino, hizo grandes aportes como introducir el consumo de la papa en Alemania.


Mi querido acompañante escribió esta descripción en Facebook, mi musa esta de paseo estos dias, así que corto y pego aquí con su anuencia:

El Molino viejo tiene su historia. Cuentan que Federico el Grande, siendo Rey de Prusia, estaba en contra de este molino viejo ya que afectaba la vista de sus nuevos palacios.

Molino viejo, a la entrada de Sanssoucci

El molinero demandó al Rey en 1770 y ganó el proceso basado en una ley existente que decía que el primero en utilizar la tierra era el que tenia los derechos.

Cuentan que el Rey advirtió al molinero... "No te das cuenta que si quiero puedo tomar el molino sin pagarte ni un centavo por él?". A lo que el molinero contestó: "Por supuesto, cuando se acabe la justicia en Berlin."

El deseo del Rey iba en contra de lo que él mismo había establecido. Desde entonces hay una frase popular que dice "El que llega primero muele primero".

La historia de porqué  sobre la tumba de Federico el Grande hay papas responde a que este rey en su sabiduría libró al reino de la hambruna. Se propuso lograr que en su reino gustara la papa. Para esto utilizó una estrategia de marketing inverso: Prohibió en todo el reino el cultivo de la papa y la declaró "cultivo real". En los jardines reales los cultivos estaban bajo custodia y los guardias tenían instrucciones de "hacerse los de la vista gorda".

Si algo es valioso como para ser custodiado, vale la pena probarlo. Nada despierta más el interés que lo prohibido. En poco tiempo la papa se comía con gusto en todo el reino y las prohibiciones fueron levantadas.

Tumba de Federico el Grande en Sanssoucci


- Se parece al cuento de la carne de res, solo que en Cuba aún no esta por la libre- le dije a mi acompãnte.

Tanto en Sanssoucci como en el Nuevo Palacio, cubren con cajas de madera las estatuas de los jardines en invierno para que no se afecten con las condiciones del tiempo. El guía muestra fotografías de los palacios en verano para poder apreciar los jardines en esta otra estación. Impresionante el cambio que produce verdor y las flores en esos jardines.
A la salida de Sanssoucci

Ya al final de la visita en Sanssoucci nos cogió la primera nevada de este invierno con una lluvia y hielo iniciciales nada gratos, con viento muy fuerte. En el último palacio no pudimos bajar porque estaba lloviendo y nevando, en una mezcla extraña dificil de describir. Sentí mucha curiosidad por lanzarme afuera y tocar la nieve pero me tuve que conformar con estar tranquila dentro del bus, pues mi abrigo no estaba preparado para tal aventura.

Por suerte en la estación de trenes encontré unos guantes canadienses rebajados que dicen aguantan -15 grados. Pensé ser me helaban las manos porque a los míos otoñales se les colaba todo el aire. Postdam merece más tiempo para ser descubierto sin prisas, entrar a los museos, recorrer los jardines, así que le debemos una visita en el verano.

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