Conseguir
un piso, apartamento, vivienda o Wohnung (apartamento en alemán, se lee vonung)
puede convertirse en una de las etapas más estresantes de las que
puede vivir una persona con recursos monetarios limitados en esta
ciudad donde la oferta es menor que la demanda y los procedimientos complicados.
Lo
primero es que hay tres variables de dinero iniciales:
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Kaution o Fianza: que es generalmente igual a tres meses de alquiler.
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Provisión: lo que cobran algunas agencias por la ejecución de los
trámites, unas veces lo paga el dueño del apartamento (Vermieter,
se lee Fermieter) u otras el inquilino (Mieter, se lee Miter). Cuando
lo paga el inquilino es generalmente de 2.28 veces el valor de la renta.
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Renta: el pago de la renta del primer mes.
La
renta mensual para un apartamento de una habitación independiente se
mueve desde los 350 euros hasta los 600 y un poco. Teniendo en
cuentas otras variables como metros cuadrados, la zona, año de la construccion del
edificio, condiciones del piso, etc. Hay otras variables de confort
como si tiene ducha o bañadera, si los costos adicionales están o
no en la renta, pero eso ahora mismo no viene al caso, pueden ser
considerados minucias.
Entonces
el par de locos que uds conocen decidieron a finales de abril después
de un análisis de los recursos disponibles, era hora de dar el paso
de cambiarse de apartamento. En la carrera de tener un lugar donde
vivir para poderme mover a Berlín y hacer los trámites de
Inmigración en paz, tuvimos que optar por un apartamento amueblado
en una zona maravillosa pero un poco cara.
Para
este cambio elaboré siguiendo la teoría de la gestión de
proyectos un plan de acción encaminado al objetivo.
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Buscar en internet posibles apartamentos en la zona objetivo, que
cumplieran nuestro rango de posibilidad deseado y limitado por las
tres variables monetarias antes mencionadas.
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Visitar los apartamentos. Estas visitas tienen horarios fijos, y
generalmente se publican en el mismo sitio y es obligatorio visitar
el apartamento pues ahí dan la planilla para optar por él y no
cierran contrato si no has visitado la casa.
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Llenar las planillas. Que cada cual pedía (en alemán por supuesto)
distintas cosas.
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Escanear las planillas.
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Enviar la documentación (Planilla de solicitud, documentos de
identidad escaneados, SCHUFA(documento de credibilidad bancaria),
prueba de los últimos tres salarios, y certificación actual de que
tienes un empleo)
Eso va
a ser sencillo! En un mes estamos con un nuevo piso… Qué
pensamientos nuestros más optimistas!
Casi
todos los días desde finales de abril y durante las tres primeras
semanas de mayo después de salir de la escuela y trabajo
respectivamente íbamos a ver al menos un piso. A cada visita de un
piso van entre diez y veinte interesados, algunos en carro, ataviados
y vestidos de forma tal que dudas de tus posibilidades para optar por
el piso. Llegábamos exahustos, con la estima y estómagos heridos a la casa pues viviámos en el
Centro-Oeste de Berlín y buscábamos piso para el Norte- Noreste. O
sea que después de ver el apartamento en cuestión había que
regresar más o menos una hora en el metro y con varios cambios hacia
la casa.
Los
días avanzaban, nadie respondía. Mi compañeros del aula me habían advertido que hacen falta dos o tres meses para lograrlo. Pero como me pasa generalmente
cuando el stress debía ser muy grande yo seguía bastante calmada
con mis tareas de búsqueda, organización, visitas y pidiéndole a Dios que
mirara con ojos de piedad mi petición y muy bajito, casi con pena,
que no tuviera yo que pagar la Provisión pues es un dinero perdido
para siempre (en nuestro caso serían casi 800 euros), y con más
pena le dije bueno me encantaría si tuviera bañadera, Señor, perdóname pues eso ya es pura vanidad.
Vimos
alrededor de 20 apartamentos que más o menos se ajustaban a lo
buscado. Hubo un apartamento que fuimos a ver tres veces y a la
tercera fue que pudimos verlo. La primera vez hubo problemas con
la llave del apartamento y nos llevaron a ver otro en las cercanías
con condiciones similares; la segunda equivoqué el horario y en vez
de a las cinco fui a las seis a la visita, demasiado tarde; y a la
tercera casualmente el 19 de mayo día de la muerte de Martí fue que
pude concretar la visita. Ese día para suerte mía quien mostró el
apto fue la dueña misma de la firma inmobiliaria intermediaria, que aunque ella
no lo quiera admitir sí tiene por lo menos opinión y aunque no
voto, en seleccionar al inquilino. Hablé un rato con ella con mi alemán
en perfeccionamiento entrenado en las palabras de vivienda.
El 27
de mayo veo en Internet que aún ese apartamento estaba en oferta, o
sea que no habían tomado la decisión sobre él. Me levanté de la
cama con espíritu decidido a las 7 de la mañana le reenvié como
quien no quiere las cosas la documentación actualizada a la
representante de la inmobiliaria agregándole un documento del
trabajo de mi esposo como que estaba contratado en la actualidad, que
si bien ellos no lo pedían eso ayuda mucho.
El día
28 de mayo sobre las cuatro de la tarde me llamaron por teléfono(lo
entendí todo) para darme la feliz noticia de que el Vermiter quería
cerrar contrato con nosotros para el apartamento que más desvelos
nos había causado. Lamentablemente la llamada fue exactamente cinco
minutos después de haber firmado extensión del contrato con el otro
apartamento. Por lo que virtualmente habíamos perdido ese dinero en
la jugada. Pero en verdad yo necesitaba la primera semana de Junio
con tranquilidad espiritual pues me enfrentaba a mi exámen final de
alemán B1. Luego me dijo una amiga que pagar dos alquileres el mes
que te mudas generalmente ocurre aquí que no me sintiera mal por
eso. Quizá es una de las leyes no escritas del sistema, en la que
botas el dinero sin querer.
El día
29 firmamos el contrato para recoger las llaves del nuevo apartamento
el día 3 de junio de 2015.
El
nuevo apartamento definitivamente enviado por Dios estaba maravilloso
y lo mejor le gustó a mi esposo que no lo había visto pues a esa
visita por ser muy temprano había ido yo sola. El apartamento estaba
perfecto: si bien tiene solo una habitación es muy espacioso
(podemos recibir visitas a lo cubano), ahorro de renta mensual de 150
euros, sin tener que pagar nosotros la Provisión, acabado de renovar
desde el piso hasta las llaves del baño y fregadero, todo pintado, y
con bañadera!, uno de los sueños de mi vida.
Qué me
mantuvo en esta lucha? Primero pedirle a Dios todos los días que no
me dejara tirar la toalla. Porque además por inexperiencia nos
pusimos un lazo en el cuello al no renovar el contrato del
apartamento en que estábamos viviendo. O sea que el primero de junio
debíamos tener un apartamento sí o sí, contando con un lapso de
hasta una semana para abandonarlo o iríamos para una residencia
estudiantil como verdaderos nómadas. Pero Dios me mantuvo tranquila,
confiada en que a la calle no iríamos. Tanto así que desbordó la
copa, al final teníamos la posibilidad desde el viejo apartamento ir acondicionando
el otro. Ya en la firma del contrato tuvimos la posibilidad de optar
por otro de dos habitaciones, por consiguiente más caro. Pero en
este momento la máxima es disminuir los costos de vida mensuales tanto sea posible, una de las medidas de precaución que no se
deben perder de vista en los inicios de vivir en el sistema capitalista.
Ahora
bien, el piso estaba completamete vacío, solo con la cocina con horno que es
obligatoria por ley. La historia de cómo amueblamos y acondicionamos
el apartamento con solo el 33% del dinero necesario para ello, bien merece otro capítulo.