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domingo, 8 de febrero de 2015

Caminando por el Berlin exsocialista*

El domingo pasado fuimos a caminar sin rumbo por la parte exsocialista, el Berlin del Este u Oriental, o sea el Berlín que nos enseñaron en Cuba que eran los buenos. Nos bajamos del metro en la parada Rosa Luxemburgo Platz y fuimos caminando únicamente guiados por el mapa de la curiosidad. Oh!, un sexshop multiservicios en el camino! De veras? Sí? Na! Oh!, qué escándalo...! Coño, verdad! No estamos en Cuba... El sexo es un tema tan abierto que hicieron una ley que obliga a las prostitutas a usar preservativos. De todas formas una de las grandes preocupaciones teutonas es cómo se va a chequear el cumplimiento de la ley. No entramos, estaba cerrado, pero es una visita pendiente.

Han pasado 25 años y aunque los aires de modernidad van llegando a la parte este de Berlin todavía se ve la gran diferencia de glamour, arquitectura y en el cuidado de los edificios. El Teatro Volksbühne (Escenario del pueblo),  saltó a la vista como el primer mensaje en este constraste, con evidente necesidad de una reparación.



Pasamos por una estatua de un trabajador que ahora mira con cierto desdén el super hotel de cinco estrellas que tiene delante y que le encandila la vista con el sol del atardecer.

Estatua del constructor


De nuevo en el recorrido encontramos una de esas preciosas iglesias de ladrillos rojos que tanto me gustan. Esta también necesita una pasadita, porque metida en el pequeño bosque donde está tiene un aspecto de película de terror. Aquí pude ver algo que había leido sobre los árboles berlineses numerados, al menos en esta parte los árboles lo tienen colgado con un clavo y un número de serie rótulado en metal.



En la iglesia hicimos el primer giro en U para muchas cuadras más alante torcer a la izquierda por una avenida muy ancha, custodiada a ambos lados casi completamente por los muy criticados edificios socialistas cuadrados. Fue toda una sorpresa ver que pese al derrumbe del muro se mantuvieron antiguos y emblemáticos nombres de plazas y avenidas principales como la Karl Marx Allee. En la cercanía de la rotonda, un pequeño busto de Marx. Evocando a este gran hombre pensamos que cada cual piensa según vive, sería un ejercicio interesante dibujar la avenida 51 de Marianao en nuestra Cuba con el tinte de aquel socialismo desarrollado.

Vista de los edificios en la avenida Karl Marx

Rotonda en la avenida Karl Marx

Un pequeno busto a Marx, cercano a la rotonda


En esta avenida hay un sitio que dice en letras bien grandes  Restaurante Moscú** está muy abandonado en una avenida bastante céntrica. Apostaría que en Cuba hay un lugar parecido pero no logro recordar donde queda. Será que lo han dejado así feo, sin gracia y con evidentes signos de destrucción a propósito? Sí, porque los capitalistas también tienen sus jugadas sucias.



Pese al atípico domingo de febrero con sol brillante no había prácticamente nadie en las calles. Ya de regreso, pasamos y entramos al lobby del Kino International (Cine Internacional) necesitado también de una manito de pintura. Si bien no llega al estado de deterioro del Payret, no tiene nada que ver con el despampanante y Sony Center de Postdamer Platz. Kino International es una de las sedes de la Berlinale, el famoso festival del Oso de Oro al mejor filme. Y aquí una de las grandes contradicciones: en La Habana con 50 pesos cubanos (2 USD) podía ver 30 películas en el festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano con tremendas colas. Aquí una película cuesta 12 eur y muy poca gente. No entramos, ya vendrán tiempos mejores en que entendamos mejor el alemán y ni el corazón ni el bolsillo sufran demasiado por eso.

Terminamos el recorrido en Alexander Platz, centro de la ciudad donde ya hemos estado otras veces y está la famosa torre de TV construída por los rusos al final de los 60s que con su globo casi en la punta es símbolo de Berlin. En esta plaza también está el reloj universal que indica la hora actual en varias capitales. Eran las 10:00 am y un poco en La Habana, 4:00 pm y lo mismo en Berlín. En resumen, pies cansados y neuronas contentas en la búsqueda de mi propia verdad. Aunque créanme que lo más sano es seguir la sugerencia de una amiga que ya pasó por esto: mejor no pensar y disfrutarlo todo, se es más feliz.



*. Dedicada a K. y D. amigos hoy de cumpleaños
** Actualmente se llama Café Moscú. Es un monumento Protegido, lo cual recoge que no debe ser cambiada su fachada.

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